Como tratamiento de belleza también tiene un sinfín de usos. En este blog veremos cinco de ellos y descubriremos también su efectividad como ayuda para proteger e hidratar el cabello y la piel, tanto el cutis como el resto del cuerpo.

Debido a su textura y a su propiedad hidratante, el aceite de coco sería una interesante alternativa para elaborar diferentes tratamientos cosméticos.


Aceite corporal:

El aceite de coco puede usarse como crema nutritiva para la piel.


Apliquémosla en la ducha y enjuaguemos después o justo al salir del baño, con lo que la temperatura de la piel mantendrá los poros más abiertos y se absorberá antes.


También es interesante como aceite de masaje. Incluso acepta unas gotas de aceites esenciales para potenciar sus efectos y elegir un aroma que nos resulte agradable.



Protector de zonas delicadas

Las zonas delicadas, sobre todo las del rostro, como los labios, el contorno de ojos necesitan un cuidado extra. El aceite de coco nos ayuda a mantener ambas zonas hidratadas y protegidas. Bastará con un poco para conseguir la humectación idónea. Así de sencillo es prevenir las arruguitas alrededor del ojos, la hinchazón y las ojeras como los labios agrietados.



Pelo más liso e hidratado

Su composición grasa hace del aceite de coco un producto natural muy eficaz para hidratar el pelo. Conseguiremos grandes resultados para prevenir las puntas abiertas y el pelo extremadamente seco, pero hay que tener cuidado con aplicarlo cerca de la raíz si no queremos perder volumen. Su peso hará más complicado que el pelo quede voluminoso, pero aplicado en las medias puntas lograremos un brillo espectacular.



Desmaquillante

Podría sernos de gran ayuda para eliminar el maquillaje. Para lograr los mejores resultados, aplicar el aceite tibio empapado en un algodón, y para finalizar enjuagaremos con agua tibia.



Exfoliante corporal

Hay un sinfín de fórmulas caseras para fabricar nuestro propio exfoliante corporal en las que el aceite de coco sería un ingrediente diez. En concreto, combinará con ingredientes que ayuden a realizar la abrasión, como arroz molido, café molido, lentejas molidas, sal fina o gorda, azúcar blanquilla, azúcar moreno o cualquier otro que cumpla la función de eliminar las capas superficiales de la piel.